Análisis
del lenguaje y del espacio jurídico destinado a la ayuda de los más
necesitados.
<<Ningún hombre
es lo bastante bueno para gobernar a otros sin su consentimiento>>
Abraham Lincoln.
Daniel
Martínez Castañeda
Universidad
de Antioquia
Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas.
Danielfm.c222@hotmail.com
Resumen:
En este articulo
investigativo llevado a cabo en la ciudad de Medellín se toma como base la
experiencia vivida en el consultorio jurídico de la Universidad de Antioquia,
en el cual se analizaron diversos casos de personas que acuden diariamente allí
para solicitar asesorías que permitan resolver conflictos de diversos tipos. Se
analizo rigurosamente los signos, el lenguaje y las palabras que utilizaba cada
parte, las vestimentas, las posiciones, las intensiones y demás características
que denotaban un significado puntual en la comunicación.
Texto
1:
La experiencia de entrar al
consultorio jurídico de la Universidad de Antioquia (Medellín Colombia) se hace
muy enriquecedora para comprender los fenómenos sociales y los grandes
contrastes que se registran en un país como Colombia. Es este, un país lleno de
particularidades que nunca dejan de sorprender, ni siquiera a los asesores que
allí ofrecen su ayuda a estas personas de escasos recursos para la solución de
diversos problemas que se presentan en los estratos 1, 2 y en muy escasas
situaciones de estrato 3.
En este espacio ya antes
mencionado se analizaron diversos individuos que llegaban con cita previa a
pedir su respectiva asesoría, enunciando en cada caso, una situación particular
que revela la problemática social en la cual están sumidas las clases bajas de
nuestro país, y que se hace latente en casi el 100% del territorio nacional.
Muy cumplidamente se presentaban uno a uno los individuos, los cuales eran
llamados por el asesor; tomaban asiento y comenzaba la primera parte de la
asesoría con un ritual poco estructurado y que como se pudo evidenciar con la
confrontación entre los compañeros que a esa misma hora realizaban el mismo
ejercicio, era en cada caso un ritual diferente en cada uno de los cubículos.
La primera etapa consistía
en la revisión de los requisitos que debía cumplir cada uno de los individuos
que llegaban a la cita con el asesor, se confrontaban los datos respectivos y
en el momento que el asesor terminaba de confrontar y llenar la base de datos
se comenzaba con la segunda etapa la cual consistía en la presentación de las
partes; posteriormente, el asesor le pedía al asesorado que por favor le
informara el porqué de su visita al
consultorio, seguidamente de escuchar las razones por las cuales se encontraba
allí el receptor, el asesor le pedía que le narrara los hechos y a partir de
allí el asesor, con base en sus conocimientos académicos, éticos y morales
elaboraba un discurso basado en un lenguaje de fácil entendimiento para
permitir así la comprensión del receptor y lograr la aclaración del mayor
numero de dudas y en algunos casos, la solución del problema en su totalidad.
El caso más importante, el en
el cual se realizó la observación exhaustiva de las características principales
de las partes, fue un caso en el cual un hombre de aproximadamente 32 años,
moreno, un poco mal vestido para la ocasión con una pantaloneta y una camiseta
blanca, pedía ayuda al asesor para llevar a cabo un divorcio a causa de la
infidelidad de su mujer. Este hombre y su mujer eran padres de 2 niñas, las
cuales se encontraban viviendo con él: este, en situación de desempleado de
igual forma pedía asesoría para reclamar una ayuda económica por parte de su
mujer, la cual se fue del hogar y desde ese entonces nunca había vuelto a
colaborar con el sustento de sus hijas. El asesor le dio un consejo de vital
importancia; le dijo que debía hablar en términos adecuado con su esposa con el
fin de que ella le firmara voluntariamente el divorcio, porque de no ser así,
en el caso particular de que ella no quisiera voluntariamente firmar el
divorcio, la Universidad no podría brindarle la ayuda correspondiente a su caso
particular. De igual forma se expresó el asesor en cuanto al problema de la
cuota alimentaria para el sustento de sus hijas, el asesor le recomendó a este
hombre que hablara con su esposa y le exigiera el pago de esta cuota, y que de
no ser asi, el paso a seguir seria una demanda por alimentos, la cual se
tramitaría posteriormente al paso anterior que como se enunció sería hablar
pacíficamente con dicha mujer.
El hombre callaba en varias
ocasiones, detalles puntuales quizá por pena de su situación. Nunca se quitó su
gorra, y sus manos en la mayor parte de la asesoría, se posaban en sus piernas,
en el momento de rebelar algunos datos importantes, su voz se tornaba un poco
suave y temerosa, demostrando así un poco de inseguridad y timidez. En cuanto
al asesor, este se presentaba muy seguro de sí mismo; su discurso se presentaba
de manera solida y fluida, generando confianza en el receptor, vestía un poco
informal, pero realmente era una vestimenta apta para prestar el servicio. El lenguaje corporal daba cuenta de su
seguridad y tranquilidad a la hora de prestar el servicio, actitud que
desencadenó al final de la sesión un poco de soltura por parte del receptor.
Conclusión:
Esta experiencia en el
consultorio jurídico de la Universidad De Antioquia se hace enriquecedora para
la evaluación e información acerca de las problemáticas sociales que se
presentan en nuestra sociedad. Es muy evidente que en estos estratos bajos el
discurso da cuenta de la formación académica de estos individuos, incluso en su
vestimenta y en sus formas de expresión.
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